lunes, 22 de octubre de 2012

Terapia Bioenergética Integral

En una sesión de Terapia Bioenergética Integral se pueden aplicar varias técnicas para equilibrar la energía del paciente; por lo que resulta un recurso muy efectivo dentro de las terapias alternativas. En algunos pacientes se pueden aplicar 2 ó hasta 3 de las siguientes técnicas:
El Par Biomagnético. Descubierto y desarrollado por el Dr. Isaac Goiz Durán, equilibra el Ph (grado de acidez y alcalinidad) aplicando pares magnéticos en puntos anatómicos específicos. De esta forma se puede diagnosticar y curar una gran cantidad de enfermedades causadas por agentes infecciosos así como disfunciones de órganos y glándulas del sistema endocrino. El revolucionario método del Dr. Goiz, descubierto desde 1990 ha probado su eficacia en miles de pacientes, llegando a curar enfermedades degenerativas como VIH-SIDA, Cáncer y la Diabetes.
Reiki. Es una curación con energía sutil - muy diferente a la energía electromagnética aplicada con los imanes. En este caso se trata de energía que es canalizada por imposición de manos al cuerpo del paciente. Una sesión tradicional de Reiki tiene una duración aproximada de una hora recorriendo los principales centros de energía conocidos como Chakras. La energía puede actuar tanto a nivel físico, como en esferas más sutiles: la emocional y mental. El Reiki se ha difundido ampliamente a partir de que el Dr. Mikao Usui lo redescubriera a principios del siglo XX. Su efectividad ha sido ampliamente probada en todo el mundo.

Masaje holístico. Mediante el masaje se logran múltiples beneficios como: mayor oxigenación de los tejidos, relajamiento muscular y del sistema nervioso, equilibrio energético, desbloqueo emocional, corrección postural o micro-luxaciones. El conocer diferentes técnicas de masaje permite aplicar la más adecuada para el paciente.
Una sesión de Terapia Bioenergética Integral puede durar entre 60 a 90 minutos. Comenzamos con una breve entrevista y diagnóstico donde se define cual será el padecimiento o problema a tratar. A continuación se sigue ya con la aplicación de las técnicas antes descritas según sea necesario. Prácticamente en casi todos los casos se aprecia una mejoría desde la primera sesión. En el caso de enfermedades más avanzadas como diabetes, cáncer, SIDA, etcétera se puede programar una serie de sesiones semanales o quincenales. La terapia es especialmente recomendable para pacientes que sigan tratamientos alopáticos agresivos como es la quimioterapia. Mediante el equilibrio bioenergético integral el paciente es capaz de seguir el tratamiento minimizando los efectos adversos, sobre todo en cuanto al nivel de energía y el fortalecimiento del sistema inmune que reducen el riesgo de padecer enfermedades infecciosas.
Es importante destacar que en muchas ocasiones los resultados no se limitan al plano físico, sino que pueden apreciarse notables cambios en los aspectos emocionales y mentales. Desbloqueo de emociones, superación de situaciones traumáticas, cambios de actitud, superación de fobias, manejo de adicciones y/o conductas destructivas, etc.
Marco Antonio Márquez Rosique Terapeuta holístico: Diplomado “Par Biomagnético” (1996),  facilitador psico-corporal en el Sistema de Río Abierto (1998), Maestría en Terapias Bioenergéticas por la American Science University, Reiki 2do. grado, Autor del libro “Inteligencias Múltiples y los Centros Bioenergéticos” (2004).

miércoles, 17 de octubre de 2012


El Universo de las Emociones

Las emociones son una parte fundamental en nuestra vida como seres humanos. Por decirlo de alguna manera son las que le dan riqueza a nuestras experiencias. Una vida sin emociones sería como una película en blanco y negro o como una comida sin sabor. Están ahí precisamente para decirnos el valor que le debemos dar a cada experiencia. Sin embargo muchas veces las emociones, lejos de ayudarnos a darle un valor a la vida juegan con nosotros y nos llevan de un lado a otro como si fuésemos simples muñecos en medio de un mar embravecido. Entonces decimos que somos presa de las emociones.
¿Entonces qué es lo que podríamos hacer ante este dilema? Por un lado podemos entregarnos sin temor a nuestras emociones, sin importar a donde nos puedan llevar. O podemos encerrarnos en nuestra armadura oxidada, alejarnos de toda relación, de toda posibilidad de sufrir daños, pero entonces, resignarnos a vivir en un calabozo frío y gris renunciando a toda emoción. La respuesta es aprender a vivir a plenitud todas nuestras emociones ya que son parte de nosotros mismos, son parte de nuestra naturaleza. Dejarlas de lado es perdernos una de las partes más enriquecedoras de nuestra existencia humana. La invitación es a conocerlas, a experimentarlas a llevarlas al límite. Aprender a navegar en todas ellas y ver que podemos seguir a flote y aún dominarlas, como el surfista que surca las olas sin caer de la tabla.
El tema de las emociones ha tomado una perspectiva diferente desde de Daniel Goleman introdujera el concepto de inteligencia emocional en la década de los 90s. Actualmente sabemos que el aprender a manejar nuestras emociones así como considerarlas en nuestras relaciones interpersonales es de vital importancia para lograr la felicidad y el éxito. La inteligencia emocional es tan importante como lo puede ser la inteligencia lógica o el nivel académico. Muchas veces una persona puede ser un superdotado para resolver problemas matemáticos o lógicos y sin embargo fracasa estrepitosamente en el área emocional. Ahora aún las empresas comienzan a valorar la importancia de ofrecer cursos de inteligencia emocional a sus empleados, ya que redundará en mejores relaciones laborales y mayor productividad.
Antes de continuar con nuestro curso veremos algunos conceptos básicos:

¿Qué es una emoción?
El término emoción viene del latín emotĭo, que significa "movimiento o impulso".
Básicamente las emociones son reacciones fisiológicas, o sea cambios que se dan en nuestro cuerpo como respuesta ante ciertos estímulos. Primero el sistema nervioso percibe un estímulo que envía señales al cuerpo para tener ciertas reacciones. Por ejemplo, una emoción muy clara: el miedo, en forma inmediata hace que el corazón se acelere, los músculos se tensen, las pupilas se dilaten, todo prepara al cuerpo para reaccionar ante un estímulo amenazante.
El cerebro se comunica con el cuerpo a través de impulsos eléctricos y también por medio de sustancias llamadas “hormonas”. Las hormonas son las responsables de general las reacciones en los diferentes órganos y tejidos del cuerpo. Más adelante veremos en detalle las hormonas específicas para cada emoción así como los órganos asociados. Por lo tanto el estudio de las emociones compete tanto a la psicología como a la psiquiatría.

Tipos de emociones
Las emociones se clasifican en 2 tipos: Las emociones primarias o básicas y las emociones secundarias.
Las emociones básicas son aquellas que tenemos todos los seres humanos en forma natural, son una herencia universal de la raza humana. Cualquier persona a lo largo y ancho del planeta es capaz de expresar cualquiera de las emociones básicas en forma natural, aún sin haberlas aprendido de alguien más.
Diversos autores señalan 6 emociones básicas:
                        - miedo
                        - alegría, felicidad (risa)
                        -tristeza
                        - enojo, ira
                        - disgusto
                        - sorpresa
Como consecuencia, las emociones secundarias son aprendidas, se desprenden de las anteriores y pueden variar de una cultura a otra. Algunas emociones secundarias pueden ser:
                        - vergüenza
                        - preocupación
                        - cariño
                        - melancolía
                        - etcétera
¿Y qué hay de los sentimientos?
Emoción y sentimiento casi se utilizan como sinónimos en el lenguaje coloquial e incluso en el lenguaje científico diferentes autores utilizan diferentes atributos para diferenciarlos, de ahí su general confusión.
La emoción puede ser definida como un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que puede ser fuerte. Son reacciones afectivas, más o menos espontáneas, ante eventos significativos. Implica una evaluación de la situación para disponerse a la acción. La duración de una emoción puede ser de algunos segundos a varias horas. 
En cuanto a la definición de sentimiento, uno de los investigadores más reconocidos sobre las emociones, Richard. S. Lazarus, (1991), sugiere la teoría de incluir sentimiento en el marco de las emociones, ya que éstas se conciben en sentido muy amplio. Es decir, Lazarus considera sentimiento y emoción como conceptos interrelacionados, en el cual el concepto emoción englobaría al sentimiento.
Por ello Lazarus define sentimiento como el componente subjetivo o cognitivo de las emociones, es decir la experiencia subjetiva de las emociones. En otras palabras, la etiqueta que la persona pone a la emoción.
Por ejemplo: Veo a una persona querida. Al verla surge una emoción que es la alegría, provocando reacciones espontáneas como pulso acelerado, dilatación de pupilas, etc. Enseguida surgen los recuerdos y valores que me trae a mi mente esa persona y la emoción primaria se convierte en un sentimiento de amor o afecto.
En resumen: la emoción se da a nivel físico como una reacción fisiológica en tanto que el sentimiento ya es generado por un proceso consciente, donde la mente valora la situación y le da un cierto matiz.